Alcazar

Alcazar

El Álcazar, edificio simbólico, se emplaza en la zona más alta de la ciudad de Toledo, teniendo sus orígenes más remotos en la época romana. Situado en un punto estratégico de la ciudad, durante la época visigoda, Eurico conquista la ciudad y Leovigildo establece en ella la capitalidad, dejando modificaciones y adaptaciones en dicho edificio, considerado y concebido inicialmente como una gran fortaleza. Durante los reinados de Alfonso VI y Alfonso X El Sabio, se rehace, dando origen al primer alcázar de planta cuadrada con torres en los ángulos, y fachada principal de tres cuerpos. En el siglo XVI Carlos V y Felipe II ordenaron erigir el Alcázar como tal.

Las fachadas oriental y occidental fueron las que recibieron un tratamiento más sencillo, siendo la fachada principal donde Covarrubias centró el carácter representativo y emblemático del edificio. El patio, diseñado por Covarrubias en 1550, es la pieza más clásica y monumental del conjunto que, junto con la escalera, diseñada por Villalpando y construida por Juan de Herrera, dotan al edificio de un aspecto solemnemente triunfal, en clara sintonía con la proporción y monumentalidad clásica del conjunto.

En cuanto a sus acontecimientos históricos, el edificio ha estado marcado por distintos hechos históricos (la Guerra de Sucesión, la Guerra de la Independencia, la Guerra Civil Española…), sufriendo asedios, incendios, etc. Tras su parcial destrucción durante la guerra civil se comenzó una laboriosa reconstrucción que no terminó hasta finales de los 70. Fue llevada a cabo por ingenieros militares y estuvo estructurada en diferentes fases.