La estación de tren de Toledo, un a joya cultural

La estación de tren de Toledo, un a joya cultural

Si no has venido a visitar nunca la ciudad de las tres culturas, esta es una buena ocasión, y si lo haces desde Madrid, cada vez se puede viajar mucho más rápido y de forma más cómoda. Pero no solo se queda ahí, nada más llegar a Toledo podrás deleitarte con el primer monumento digno de admirar en la ciudad: la estación de tren.

El primer día que llegó el tren a Toledo fue el 12 de junio del año 1858, en una época donde destacaba la pobreza por encima de todo, por lo tanto, era todo un lujo ya que solo existían dos caminos, el camino Real que se dirigía a Madrid y el camino de lo que es actualmente la Avenida Barber para ir dirección Extremadura y Ávila.

A su inauguración asistieron la reina Isabel II y el presidente del Consejo de Ministros, pero posteriormente, en el año 1917 se sustituyó con la actual estación de tren con un estilo neomudéjar, un edificio destacado ahora en la ciudad de las tres culturas por su belleza y es declarada “estación monumental” desde el año 1991. Y es que más que entrar en una estación de tren parece que entremos en una catedral de alguna ciudad por su diseño y estilo.

Si vienes un fin de semana a Toledo, el tren es una de las mejores opciones para llegar a Toledo por su rapidez y comodidad. Además, es perfecto puesto que conecta muy fácilmente con el casco histórico de Toledo.

¿Te animas a venir en tren?